Congreso JySALA

Contexto

Las problemáticas de inseguridad alimentaria en el continente americano se expresan actualmente en una paradójica coexistencia entre hambre, malnutrición y obesidad. Este panorama forma parte de un escenario donde existe una creciente dependencia en el suministro de alimentos básicos y, al mismo tiempo, se reportan balanzas agrícolas positivas. Tales fenómenos son el resultado de procesos sociales, económicos, políticos y medio-ambientales, a nivel tanto global como local, que atraviesan los sistemas alimentarios del campo a la mesa y tienden a fragmentar las sociedades y los territorios.

DEn junio del 2018, se inauguró en CDMX el Seminario Permanente Agricultura, Alimentación y Ciudad, coordinado en colaboración entre el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM y el Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA), con el fin de articular los esfuerzos de la academia y de la sociedad civil alrededor de las problemáticas de la agricultura periurbana, el abastecimiento y consumo de alimentos en las regiones metropolitanas y la integración territorial regional (rural-urbana).

El congreso internacional Justicia y Soberanía Alimentaria en las Américas “JySALA” busca crear un espacio de reflexión y debate sobre las transformaciones políticas en el continente americano, el cambio global y los nuevos acercamientos a la sostenibilidad que implican los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por la Organización de las Naciones Unidas. Proponemos articular la discusión a partir de las nociones de justicia y soberanía alimentaria, nociones que provienen de contextos académicos, políticos y geográficos contrastantes, pero que comparten el interés sobre las consecuencias sociales de las paradojas descritas anteriormente y cuestionan con el mismo compromiso los procesos a distintas escalas que obstaculizan o fomentan el acceso de toda la población a una alimentación de calidad.

Partiendo del enfoque de los estudios sobre la alimentación (food studies) en las ciencias sociales y desde una perspectiva que pretende abarcar teoría, práctica y arte, el congreso JySALA será un espacio de reflexión y debate sobre las desigualdades en el acceso a la alimentación, la marginación de los agricultores en el continente y las consecuencias socioambientales de estos fenómenos y, al mismo tiempo, un espacio para compartir, discutir e imaginar oportunidades para resolverlas. Buscamos proveer un análisis que trascienda los pensamientos binarios y normativos en torno al producir y comer “bien” o “mal”, y analizar en su complejidad los sistemas alimentarios, prestando particular atención en las interdependencias entre la mesa y el campo.

Perspectivas teóricas

La definición de seguridad alimentaria propuesta por FAO en 1996 es una de las referencias más comunes en este ámbito. Sin embargo, la concepción y debates en torno a la seguridad alimentaria se han modificado de manera sustancial desde entonces y se han desarrollado nuevos conceptos, cuyo impulso guarda una estrecha vinculación con movimientos sociales y políticos que buscan generar propuestas alternativas para combatir la inseguridad alimentaria y sus repercusiones; entre estos, los conceptos de “soberanía alimentaria” y de “justicia alimentaria”.

El enfoque de la soberanía alimentaria surge como respuesta a los límites de las estrategias globales impuestas para garantizar la seguridad alimentaria, destacando la importancia del derecho de los pueblos, de sus países o uniones de Estados a definir su política agraria y alimentaria, sin dumping frente a países terceros (Via Campesina, en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación en 1996). La justicia alimentaria es un movimiento que busca responder a los límites del sistema alimentario global tanto como de las alternativas alimentarias sostenibles y al aumento de las diferencias de acceso a la alimentación. Destaca la necesidad de distribuir de forma equitativa los beneficios y riesgos asociados con las maneras en que se producen, procesan, transportan, distribuyen y consumen los alimentos (Gottlieb y Joshi, 2010).

El continente americano juega un papel clave en la emergencia de estos conceptos, desde el sur surgen las reivindicaciones de soberanía alimentaria y en los Estados Unidos las demandas de justicia alimentaria. El objetivo teórico de este congreso es proponer una reflexión común desde las especificidades de las organizaciones sociales, políticas, económicas, ambientales que caracterizan el continente del norte al sur. También se busca cuestionar la pertinencia de dichos conceptos para comprender la amplia variedad de situaciones actualmente vinculadas con la inseguridad alimentaria en el continente americano y el resto del mundo (Edelman, 2016). Lejos de querernos limitar a estudios de casos americanos, se contemplarán las propuestas desde otros continentes, tanto para observar la circulación y reapropiación de los conceptos en otros contextos, como para aclarar las situaciones de injusticias y dependencias alimentarias norte y sur-americanas desde otras perspectivas.

Al nivel teórico, queremos también favorecer un diálogo conceptual desde un enfoque que incorpore las visiones de “lo alimentario” con los estudios agrícolas. Se trata de observar y analizar las desigualdades que atraviesan el conjunto de los sistemas agroalimentarios (en los espacios de producción, transformación, transporte, comercialización, distribución, consumo, desechos, reciclaje), pero también en los sistemas de actores y en las redes (Rastoin et Ghersi, 2012). Más allá de las definiciones, los trabajos sobre la justicia alimentaria han sido conducidos principalmente desde las ciudades norte-americanas mientras que los retos de la soberanía alimentaria se han tratado más desde la problemática productiva y de las agriculturas familiares. Queremos pensar conjuntamente los componentes de los sistemas alimentarios, de la tierra al cuerpo individual y social, teniendo en cuenta su complejidad y sus interdependencias, lo cual implica también trabajar las relaciones entre ciudad y campo. En efecto, la problematización de las relaciones (o su ausencia) entre alimentación, agricultura, justicia, soberanía, es insuficiente para entender las situaciones de inseguridad alimentaria (Hochedez y Le Gall, 2016). Parece entonces necesario, por una parte, aclarar las relaciones de desigualdad y dependencia y, por otra, situar la justicia y la soberanía en el corazón mismo de los sistemas alimentarios (Slocum et al., 2016). Se trata también de explorar las esferas de la “praxis” (Slocum et al., 2016; Beisher et Corbett, 2016).

Perspectiva regional: integraciones y transiciones americanas

En toda América Latina, los acuerdos y tratados de libre comercio −consolidados (MERCOSUR, 1991, ALBA-TCP, 2004; CAFTA, 2006-2009), emergentes (SICA-UE, 2012; TPP, 2016) o renegociados (TLCAN, 1994 ahora T-MEC, 2018)− son centrales en la organización de las relaciones comerciales intra y extra continentales, en la recomposición del papel de los diferentes actores vinculados con la producción y la distribución, pero también en la reconfiguraciones territoriales y sociales. La mayor parte de estas políticas de integración fueron definidas desde lógicas neoliberales de apertura comercial, privilegiando las ventajas comparativas y de especialización de los espacios productivos. No obstante, desde hace tiempo, se ha hecho evidente que estas políticas de integración han tenido impactos negativos y duraderos en las economías familiares agrícolas, en las sociedades rurales, en las dinámicas de mercado, al mismo tiempo que han transformado de manera muy marcada las prácticas alimentarias y la relación entre el consumidor y el producto/productor alimentario, con fuertes impactos en la salud, el bienestar y la capacidad de decidir de los consumidores.

Frente a los desafíos en términos de salud pública impuestos por la doble carga nutricional, estrechamente vinculada con la desigualdad en el acceso a la alimentación, las orientaciones políticas nacionales juegan un rol fundamental, tanto a escala local, en las metrópolis por ejemplo, como a escala nacional, desde el punto de vista de la dependencia o de la seguridad alimentaria de un país dado. En el marco de las diferentes transiciones políticas que han ocurrido en los últimos tiempos en el continente (Brasil, México, Guatemala, Colombia, Honduras, Estados Unidos…), es necesario observar de manera muy atenta las orientaciones estratégicas y las medidas concretas que pretenden influir en la justicia y la soberanía alimentaria, en diferentes casos de estudio.